lunes, 16 de abril de 2012

Amante perseguido..

Jugaba un lunes por el barrio con la espuma de una cerveza, por no besarle, sintiendo como el problema se agrandaba. Girábamos por la hierva, éramos un acordeón que se unía y se alejaba por tiempos. Empezó a ocupar sitio de más entre mis recuerdos y tuve que ponerle una suite en el hotel de mi boca, con conciertos todas las noches.
 Intercalábamos putadas y música, gemidos y caricias. Nos intercambiábamos  los papeles de lija y terciopelo por días. De tirano y flan. Hasta que llegó ese momento en el que dos personas se encuentran. Cuando notas la diferencia entre hacer el amor y follar. Cuando aceptas que lo que valla a pasarle a él, también va a formar parte de ti. Cuando se supone que tenéis que llegar a ese lugar desconocido del vosotros y cerrar los ojos... ¿lo has visto alguna vez? Teníamos luz en los ojos. Teníamos no, tenemos. Y tendremos. Y no todo irá bien para siempre. Si tú cambias, el amor cambia contigo. Y si el otro no cambia...Pero le ves con su jersey granate esperando ver tu melena rubia saliendo del ascensor, fijándose en que a cada paso que te acercas, se te amplía la sonrisa... Y te dan ganas de parar el tráfico, de dejarlo todo, de parar el mundo.

No hay comentarios: